Fichada.

Dicen que el universo suele conspirar para que las cosas sucedan. Todo lo que ha sucedido, así es como ha tenido que suceder. No existen los "hubiera", tampoco los "y si...". Si así pasó, no hubo otra forma en la que pudo pasar. Todas las piezas de la vida cayeron como en una partida de tetris, una a una, dándose su tiempo, acomodándose y encajando.

La vida es como el tetris.

Y al tetris, felizmente, todos sabemos jugar. Hay infinidad de fichas, pero en realidad todas se resumen en un par. Amor, amistad, estudios, sueños, familia. Todas son necesarias para completar líneas. Todas completan su función a la hora de caer. Todas tardan lo mismo en caer, aunque tienes la posibilidad de acelerar las cosas.Y PARA ESTO, tienes que ser muy bueno y estar muy seguro de a dónde vas a colocarla, porque si fallas... habrá sido un error que pudo evitarse y eso, eso es tonto.

Y todos lo somos.

Porque a todos nos ha pasado que creemos ver bien una ficha y suponemos encajará. Aceleramos la caída, anticipamos su posición y por un mal movimiento la "encajamos" en otro lugar. Tontos. Pero cuando lo haces y aciertas y completas la línea te sientes la persona más feliz del mundo. La vida es como el tetris, también sufres momentos de tensión. Siempre vas a necesitar una ficha, vas a saber qué ficha es la que necesitas, vas a saber cómo la usarías y la vas a desear con ansias... pero tendrás ocasiones en las que cae otra y tienes que ingeniártelas y decidir si continúas con lo que tienes o sigues dejando ese vacío.

Continúa. 

Te lo digo yo, continúa con la ficha que tengas. Continúa con la ficha que te regalan, que no puede ser la que esperabas porque puede ser mejor que eso. La que necesitabas y la que cumpla con tus expectativas. La que te hacía falta, la que no esperabas que llegara pero llegó y te diste cuenta que no pudo llegar otra mejor. Que no pudo llegar en un mejor momento. 

LO REPITO. No pudo llegar otra mejor, no pudo llegar en un mejor momento.