lunes, 24 de diciembre de 2012

Y nada!

Hace cuchucientos mil años que no me doy un vueltón por aquí. He estado demasiado ocupada, en miniedades, cosas sin valor, horas de zapping en televisión y hasta en inútiles "F5´s" en Facebook. Sonseras en realidad, ya me entienden, cuando no hay ganas de escribir no hay forma, ahí muere el payaso! Peeeero, supongo que como es navidad -y como en todas las navidades he escrito aunque sea un chiste- imagino que esas ganas de decir algo mágicamente volvieron a este digno y contorneado cuerpo trabajador -ya ven que sé contar chistes? jajaja-.

Y nada!

Pensé que podía hacer un recuento de las personas que marcaron mi 2012, tipo listado de premiación, qué sé yo. Y ahora que lo menciono, todavía estoy animándome y desanimándome... Resulta que el problema de este acto tan inútilmente solemne y cuasi figuretti sería que me olvide de alguien y yaaaaaa mucho roche. Aunque suele pasar, ¿no?. Bue, mejor no arriesgarse. Así que en general, procuren pasar este día en familia y sonreir mucho, sobre todo cuando toman fotos (es el consejo más estúpido y superficial que he dado pero lamentablemente la única memoria que perdura en las familias a través de las generaciones es la de las fotos y no creo que quieras que tus hijos y/o nietos te recuerden con una cara de poto), abracen mucho (dicen que los mejores regalos son gratis, y según Real Plaza, son los que te dan una emoción... casi casi como un Iphone 5, pero ya que dar cosas caras y de marca está muy visto, mejor regala una cartita o un abrazo con un lindo deseo susurrado al oído, es bonito y más sincero!), coman mucho y beban poco a menos que sean de los míos (en ese caso, coman poco y beban mucho!) y gasten saldo mandando mensajes a sus veinte novios, a los amigos que te roban una sonrisa o a los que son un insulto a la lógica pero sin embargo los quieres, familiares que están lejos y cómo no, a los que están cerca (pero no tan cerca, porque en ese caso sería estúpido; mejor un abrazo!), a los conocidos, a los no tan conocidos y si tienes estómago, por qué no, a los que te gustaría conocer! No sean ingratos, pueden mandar un mensaje, un inbox o sinvergüenzamente, un cómodo saludo masivo como el mío. Pórtense bien! un pellizcón en la barriga!

Y nada! Feliz Navidad!

Y lo más importante, gracias. Supongo que para año nuevo sí haré la lista, porque la verdad es que ahora me dio flojera. Chan!

miércoles, 3 de octubre de 2012

Convirtiendo a mi enamorado en la Princesa Leia.

Según Wikipedia, son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Comúnmente se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. 

Según yo, son esa cosa que teconvierteenunababaverdequeespumeaybotahumocomounalocomotora cadavezquetedascuentaqueapareceotrachicaalaquenitúnituenamoradoconocen pero no por eso deja de caerte mal. Tú decías "No, no soy celosa,  mira a todas las chicas que quieras" y era verdad, es más, hasta tú le mostrabas chicas lindas para que viera y por una fracción del día te volvías algo muy cercano a la lesbianía para poder calificar mujeres y divertirte un rato con él. Ahora te enojas porque él mira chicas sin ti y ¿qué hay con eso?

El ver chicas contigo, era pasar un rato divertido, criticar un poco y fingir celos por dos segundos, de esos que son para apretarte los cachetes de marrana flaca que te manejas y estamparte un besito en la frente que te tiñe la carita de un rojo muy sinvergüenza. Ver chicas sin ti, ya deja de ser un rato divertido -al menos para ti- porque ya no critican juntos nada y eso hace que de fingir celos por dos segundos pases a reventar de celos en menos de dos segundos y si se ponen rojos tus cachetes es porque la marrana flaca está atrevesando por un fenómeno secretomotor complejo caracterizado por derramar lamentos del aparato lagrimal, sin provocar ninguna irritación de las estructuras oculares.

Al cristiano y pa' llevar: LLORAS.

Y así es como tu grado de estupidez y tu capacidad de enojo se fusionan gracias a la famosísima carta llamada CELOS. ¿Alguna vez has jugado Yu Gi Oh? Has de cuenta que en tu deck tienes la carta de "Estupidez Extrema" (caracterizada por el comportamiento caníbal de hablar gritando -o en su defecto, usando mayúsculas para escribir- y diciendo pavada y media que al día siguiente del suceso deseas que hubiera sido todo un sueño y que ojalá te hubieses atorado para no soltar todo lo que dijiste) y la carta de "Enojo" (caracterizada por recordar todas las cosas que te molestaron un poquito y convertirlas por un lapso de una o dos horas tu mayor incomodidad y/o ofensa, todo esto sin importar las cosas lindas que has podido haber recibido, escuchado y/o visto). Estás en la partida y -como decía antes de inspirarme- tienes estas dos cartas en tu mano. No tienes cuidado con ellas porque, valga decir, que son cartas material de fusión. En otras palabras, que sólo pueden activarse si es que aparece una carta fusión, en este caso, la carta llamada "Celos". 

Al cristiano y pa' llevar: Los celos pueden convertirte en la persona más estúpida del mundo cuando te enojas, y cuando te enojas duplicas tu grado de estupidez así que... ¡Imagínate! Vergüenza das. 

¿Crees acaso que tu enamorado dice "Oh no, empezó a escribir con letras mayúsculas, sálvese quien pueda!"? Mariconadas. Aunque puede que sí lo piense pero, vamos, no lo asusta. O bueno, a algunos sí les asusta pero con todos, al final de la discusión, piensan que fue ridículo que te pusieras así. Date cuenta, no son un arma mortal. No harías daño a nadie escribiendo con letras mayúsculas. Si reemplazas las letras mayúsculas por el acto de gritar, el resultado es el mismo. No ganas nada más que convertir la situación a peor, ¿por qué? porque ahora ya no eres tan sólo una celosa, sino que eres una celosa enojada con un enamorado espantado y decepcionado de tus reacciones trogloditas LO QUE TE CONVIERTE en material de extinción. 

De ser bonita, adorable, tierna, dulce y hasta un poco torpe pero querible y abrazable en todos los aspectos, te conviertes en esa mucosa viscosa de coloración verde que atrapa y arrasa con todo y todos. Tu enamorado vendría a ser la princesa Leia (Star Wars) atrapada en esa concepción de maldad y deformidad que eres tú. Jajajajajaja, bueno, ni tan deforme, a lo que voy es que cuando te enojas, cuando lloras o cuando te pones celosa, TE PONES FEA.

Y ni tú ni yo queremos ser feas, ¿verdad?

Aquí es la parte donde sugeriría acciones para controlar los celos, daría consejos para no actuar estúpidamente ni recurrir al canibalismo (no sé por qué digo canibalismo si nada tiene que ver pero ya me entienden) de hablar gritando (ah sí, los caníbales se comunicaban gritando), ni recurrir al uso de mayúsculas para imponer tu pavada y media (de la que, repito, al día siguiente te arrepientes y deseas haberte atragantado con todas y cada una de las cosas que "sabiamente" dijiste) olvidando todas esas cosas lindas que hicieron por ti y que día a día te dijeron para acordarte de pst, esa cosita que estalló un globo en medio de tus ojos y que hizo que pongas cara de chupar limón por 3 segundos -yaya, 4 segundos- pero la anuncias como si hubiera sido la razón por la que no dormiste tres días y que te convirtió en víctima de la depresión. 
Debería crear un antídoto, pero lo cierto es que yo también me convierto en una horrible, deforme y viscosa baba verde. Lo que queda es contar la experiencia para decir que, en cualquier situación, después de dormir todo es mejor, sale el Sol y hasta los pajaritos cantan; y cuando eso pasa, te acuerdas de la embarrada que hiciste y te arrepientes. Por eso, si no quieres arrepentirte por nada, lo mejor es que no actúes cuando estás molesta y dejes pasar un turno para esperar una carta mejor y no tener que fusionar "La estupidez" y "El enojo" con "Los Celos".

sábado, 1 de septiembre de 2012

Hoy por la mañana, hace unas cuantas horas nomás...

Hoy por la mañana, hace unas cuantas horas nomás, desperté con un cargo de conciencia tremendo.
El día de ayer, Nicole, mi sobrina, me había preguntado qué planes tenía para la mañana de hoy y si estaría muy ocupada. Naturalmente le pregunté por qué y me dijo que quería que la acompañase a la veterinaria para llevar a Doki que estaba muy enfermo.

Doki es nuestro cachorro de mes y medio que hace no más de un mes fue incorporado a la familia. Un Cocker Spaniel Inglés muy decaído y desanimado para la edad que tiene. 

Le dije que no podía, y es verdad: no podía. Tenía doce tareas pendientes de toda la semana y tan sólo dos días. Y me mantuve firme hasta hoy por la mañana, hace unas cuantas horas nomás, que me sentí la persona más cruel del mundo. Al abrir los ojos y ver mi celular marcando las 8:50 am (que en realidad eran las 8:40 porque lo tengo adelantado 10 minutos #ForeverTardona #NoSéPorQuéEscriboConHashTagSiNoEstoyEnTwitter) recordé que hace una semana el can se había paseado por la casa con un limón colgado al cuello.

- ¿Por qué le has puesto eso, Nicole?
- Es que está resfriado.

Sí, tan lógico como suena. Según una veterinaria (terminé llevándola), colgarles limones en el cuello -o cogote, como quieran- a los animales resfriados, ayuda a aliviarles el mal. Creo que no funcionó, no sé si porque el remedio es falso o porque a Doki sólo le colgaron un limón (uno bastaba porque sino se caería de hocico #HastaElLimónEsMásGordo) y no varios. Ya en la veterinaria, tras esperar miles de horas a la doctora, a la par limpiaba las gracias que la pequeña bola de pelos dejaba por ahí, por fin nos atendieron.

Eran cinco doctores y no se bastaban. Llegaban perros de todos los tamaños. Los habían grandes, inmensos, de esos que hacen temblar la camilla cuando los subes... y los había pequeños, que parecen un chiste al lado de los anteriores porque parece que se van a perder en la camilla. Uno de ellos era Doki, una completa gracia al lado de una Pastor Alemán de ocho años que asustaba a todos con un diplomático temblor de camilla. 

Doki, el terror de las camillas.

Como verán, su patita es tan grande que no encontraban el catéter adecuado así que esperamos otras mil horas para que lo encontraran. Mientras tanto siguieron llegando miles -es una exageración- de animales. Uno que era el cruce de un Schnauzer con un Fox Terrier con la herida de una operación infectada, un Cocker Spaniel negro con una patita enyesada, otro Cocker Spaniel caramelo con dos mordidas en la cabeza, un Puddle cachorrito resfriado y un gato con un muuuuy mal aspecto que llegó en la ambulancia.

Nicole y yo vimos cómo les tomaban la temperatura, cómo les curaban las heridas, cómo les ponían suero entre otras cosas. Tres de los doctores se reunieron en la camilla del gato, parecía que se le hubiesen juntado las vértebras de la columna, estaba encaramado y abría los ojos de rato en rato. Le pusieron el suero y alguien hizo un comentario cruel: "A este gato ya se le acabaron las vidas...". La reacción fue masiva, definitivamente ese comentario estuvo de más. Llevaron a Doki a una habitación más reservada, me imagino que con la intención de que mi pequeña sobrina no viera cómo le ponían la intravenosa. Cuestiones éticas pro-sensibilidad de la infancia, qué se yo. Hubiese preferido mil veces eso. En menos de un minuto el ángel de las desgracias visito aquella sala. Llegó un cachorrito a un control. Un Pastor Alemán, muy lindo, de unos cuatro meses pero en muy mal estado. En menos de lo previsto le diagnosticaron distemper y la solución era la inevitable. Casi al instante, el híbrido que había sido inyectado para parar la infección de su herida empezó a moverse desesperadamente para dar paso a lo que sería una erupción de pus y sangre. Nicole y yo quedamos atónitas. Hubiera preferido evitar presenciar eso y que Nicole viera la intervención a Doki, que en definitivo era más simple. 

Cuando creía haberlo visto todo, giré la cabeza hacia el gato moribundo. Le miré la panza y su movimiento era casi imperceptible. El animal abrió los ojos llenos de agua y dejó ver el azul del cielo que tenía en ellos de un sólo golpe,  abrió el hocico y dejó ver sus colmillos. Y dejó de moverse. Vi cómo su panza ya no registraba más movimiento que el de encogerse para botar el aire que había quedado en sus pulmones, imagino. Al rato volvió a moverse bruscamente, pensé en esos impulsos de los que dicen que ocurren después de muerto. Efectivamente, estaba muerto. Recuerdo su expresión de susto. Tenía miedo, los animales sienten miedo al igual que nosotros. No lo conocía, y probablemente nunca lo hubiese conocido de no haber ido a la veterinaria este día. No supe si era macho o hembra, pero su collar rosado me indica lo segundo. 

Ese animal tenía un dueño, una familia a la que correspondía, una vida. Alguna vez fue muy pequeño, seguramente hizo renegar con alguna travesura, tal vez lo quisieron mucho, tal vez fue sólo una obligación más. No merecía morir sobre esa camilla helada con cinco doctores ignorándolo y con una curiosa como yo que trataba de imaginar su vida. Nadie merece morir en ninguna de las condiciones. Vino una de las doctoras con una bolsa blanca de plástico, lo desconectó del suero, le tapó la cabeza y lo metió como un rollito. Ajustó la bolsa un poco y me hizo estremecer ante tanta falta de cuidado. Estaba ya muerto, es cierto, pero por lo menos pudo cerrarle los ojos. 

Y recordé los momentos que pasamos cuando tuvieron que sacrificar a Clifford hace más de un año: aproximadamente a los veinte minutos un anciano entró en la sala. Un caballerito, cabeza cana y ojos rojos. Triste, muy muy triste. Cruzó unas palabras con la doctora y cogió la bolsa blanca y la llevó cargando. Que escena para más triste. Sé lo que se siente, lo he vivido. Es triste perder a un ser que te alegraba los días, pero debe ser aún más triste llegar a viejo y tener que ver morir a aquellos que te acompañan para luego quedarte solo. ¿Qué hay de si ese anciano sólo hubiese tenido a ese gato?. Los doctores no pensaron en eso a la hora de aplicarle solamente suero. La doctora no pensó eso a la hora de meterlo a esa bolsa blanca como si fuese basura. Nadie nunca piensa en los problemas y los dolores de los demás. Nadie nunca piensa en nada relacionado con los demás, incluso yo misma esté cometiendo un error en juzgarlos a todos por desidia y desamor. 

Pero todo está en a actitud. 

Puede que no sepamos los problemas de los demás, pero podemos hacer bastante con no pecar de indiferentes o distantes. Saluda amablemente, di gracias y pide por favor. No grites, sonríe en su lugar. Trata de hacer las cosas bien, no sólo en los estudios, no sólo en el trabajo; sino en todo. Puede que no lo agradezcan en su momento pero más tarde, te darás cuenta que aunque no le solucionaste la vida a nadie, por lo menos no la agobiaste más. Sácate la mierda viviendo y sonríe, que algún día valdrá la pena. Piensa en los demás. Sé considerado y amable, que es gratis. Ten buena voluntad y buenos deseos. Ten ánimo y observa mucho a tu al rededor para que notes que hasta en actos tan cotidianos hay cosas que pueden marcar la diferencia y que pueden ayudar a conocerte más para tener un poquito más grande el corazón.

Pdta.- 
Doki está internado hasta mañana, usará pañal y será atendido como un rey. 

Descubrí que jamás hubiera podido ser doctora, veterinaria, dentista ni nada que implique ser insensible o acostumbrarse a decesos, heridas y problemas de esa índole.
No volveré a pisar una veterinaria por tanto tiempo.


           




martes, 26 de junio de 2012

Quién diría.

Salí de casa con las manos en los bolsillos. El Sol caía de reojo, como quien no quiere la cosa, haciéndose el rico. Atorrante y sobrado, arañado por el viento vespertino. Saqué el celular, ingresé el patrón de desbloqueo y vi la hora. Tres con diecinueve minutos. Abrí el registro de llamadas mientras caminaba en bajada directo a la avenida. Tono de llamada. Timbrando. Aló? Aló? Dónde estás. Hablamos más cosas que no recuerdo y colgué el teléfono. Crucé la pista y recordé las monedas en mi bolsillo. Las acaricié con los dedos para asegurarme de que estaban ahí y estiré el brazo.

jueves, 21 de junio de 2012

AGUANTE COLADA (1): El origen.

Piña estaba feliz de haber cobrado el cheque. Sentía que lo merecía por haber estado parada como cojuda durante dos semanas en la oficina del vicerector. Estaba feliz de haberlo cobrado porque sentía que era lo mínimo que podían darle después del accidente. Estaba feliz y orgullosa de sí misma por haber conseguido lo que muchos creyeron imposible: cobrar una indemnización por daños y prejuicios. Plata gratis, plata fácil. Total, ella se sentía curada muy a pesar de los resultados médicos. Se había resignado. Esa semana se dio cuenta que tomaba más pastillas que su abuelita a la hora del desayuno, así que al parecer, el dinero extra logró su objetivo: robarle una sonrisita. Sonrisita clásica de los que se contentan con la plata porque de salud ya no pueden. Le robaron una sonrisita y esa sonrisita tuvo su precio: tres cifras adicionales en su cuenta que últimamente se había estado codeando con el cero lastimero.

miércoles, 20 de junio de 2012

Como enferma.


La amiga de mi amiga está enferma. Está enferma desde hace un par de días. Toma tres pastillas al día y camina como zombie por el corredor. Camina, miento, se desliza casi desparramándose en vida y da pequeños respiros con su constipada nariz. Se arrastra y sufre a cada paso. Se queja, se frota los ojos y ansía ducharse. Le dan sopa, esperanzas y un beso volador. Le prenden la televisión, le dicen que se abrigue y le cierran la puerta. Ingenuos, piensan que el contagio no es veloz. 
La amiga de mi amiga está enferma. Está enferma hace un par de días ya. Toma leche en el desayuno, pan, queso, yogurt y cereal. Se recuesta en la cama en la última habitación, del último piso, en el último corredor. Se deja morir, miento, se interna en el coma temporal y da fuertes bocanadas de aire con su inflamada garganta. Se echa y cierra los ojos cerrando un ángulo agudo. Allanando un ángulo obtuso. Le dan buenas noticias, le preguntan cómo está y le cierran la puerta. Ingenuos, piensan que el contagio no es veloz.
La amiga de mi amiga está enferma. Está enferma. Sigue enferma. Siempre se enferma, y cada que se enferma, camina como zombie por el corredor. 

domingo, 27 de mayo de 2012

Pensando en ti

Despiertas y ves una rosa descansando dentro de una botella de agua que encontraste por ahí. Pestañeas varias veces, escuchas por enésima vez al gallo que se pasa de bastardo cantando a las tres con cuarenta y lo maldices pensando en mil y un formas de acabar con su madrugadora existencia. Cierras los ojos y piensas en él. No piensas en su cara, no piensas en su cuerpo ni en su voz. No recuerdas ningún momento en específico, ni alguna frase ni nada. Sólo piensas en él. Es tu mente en blanco y él. Es despertar y saber que existe. Que la noche anterior soñaste con él y que ahí está, bajo el mismo cielo a un par de kilómetros durmiendo,  vistiéndose, duchándose, desayunando. Existiendo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Día O1


Acabo de colgar el teléfono. Junto las manos cruzando los dedos y siento el olor del lucky de hace unos minutos. Para ser sincera, estoy sonriendo como una tonta. Así, poniéndome chinita casi cerrando los ojos, así. Pero... siento que no es una sonrisa completa, no sé. Le falta algo... ES COMO cuando estás acostumbrado a comer pan en el desayuno y de la noche a la mañana, de pronto, desayunas sólo un jugo. No te sientes satisfecho ¿no? Sientes que falta algo. Necesitas comer pan para decir "Ahhhhh, rico" y seguir con tu raskin balls universitario, escolar, laboral, juerguero, matutino, etc etc etc.

domingo, 15 de abril de 2012

Fichada.

Dicen que el universo suele conspirar para que las cosas sucedan. Todo lo que ha sucedido, así es como ha tenido que suceder. No existen los "hubiera", tampoco los "y si...". Si así pasó, no hubo otra forma en la que pudo pasar. Todas las piezas de la vida cayeron como en una partida de tetris, una a una, dándose su tiempo, acomodándose y encajando.

viernes, 6 de abril de 2012

GO CRAZY

Me siento estúpida desde hace dos días. Es más, ayer abrí los ojos a las cinco de la madrugada. En mi cabeza, por una extraña razón, sonaba una canción de Chino y Nacho. Por ti me he vuelto poeeeta, hago rimas en mi vieja libreta... Miro al cielo esperando un comeeeta, para pedir un deseo! y es que te traiga hasta aquíiii-í-í-í!. ¿Podía dormir? NO. Ni para la universidad me despierto así. Todo esto parece una exageración ahora que lo cuento, pero en ese momento era tan... efervescente. Quería gritar, no sé. Estaba loca, ni cómo echarle la culpa a la resaca porque jamás tengo resaca. 

martes, 3 de abril de 2012

¿Uñas rojas?

¿Qué de malo tienen las uñas pintadas de rojo? El viernes pasado, como nunca, me alisté sin pedir permiso y tras un "ya vuelvo" me fui a divertir con un par de amigos a una fiesta cachimbo de la cual me arrepiento de haber ido pero esa ya es otra historia. Era muy tarde, habré llegado a casa a las nueve de la noche. Me bañé rapidísimo y me alisté en un dos por tres, lo único que me quitó tiempo fue pintarme las uñas y esperar a que el esmalte secara. Retiré de mi billetera las tarjetas de crédito y muchas cosas que no iba a utilizar -no debía utilizar- dejando sólo lo indispensable: un par de billetes, mi DNI y mi seguro contra accidentes.

Escribiendo del escritor.

Martes tres de Abril, nueve con treinta y ocho minutos de la mañana. Martes tres, Abril dos mil doce. Hace ya un tiempo, el escritor me dijo que no podía seguir con mi vida si es que sentía todo tipo de culpas. Que las culpas no me dejaban ser libre, no dejaban fluir mis ideas ni respirar. Me oprimían, lidiaban con mis instintos y escondían mis emociones. Me hacían poner nerviosa, me hacían ser falsa, me hacían equivocarme. Hacían que me quedara con las ganas. "Pero no te culpo", dijo y lo justificó con mi estadía de once años en un colegio de monjas. Once años en un colegio de monjas, chata. ¿Tanto pueden hacer? Lo peor y lo que es más terrible es que yo no lo noto. "Jamás me arrepiento de las cosas que hago", le dije desafiante, como si él quisiera incursionar en los ríos de mi mente, adivinar mi vida y predecir mi suerte.

sábado, 24 de marzo de 2012

Paara lo que tengo gracia!

Yo iba a escribir algo muy novedoso acá. Había sonreído como imbécil incluso, por lo gracioso y bonito que se me había ocurrido hasta que se fue mi internet y lo olvidé. Bostezo. Pestañeo un par de veces. Vuelvo a bostezar. Me peino con los dedos. Me sirvo un café. Me doy cuenta que me falta un arete, el izquierdo. Reviso el pabellón de mi oreja y veo que me había puesto el piercing que no uso desde hace medio año. Me siento una heroína, porque es pequeñísimo y yo... Yo estaba en Melmac en ese momento. Ya había perdido la cuenta de los fondos de vaso que había visto y no quiero imaginarme cómo enrosqué la pulguita que tengo como piercing. 

martes, 20 de marzo de 2012

Un rapidín.

Hace casi un mes que no subo nada aquí, las razones son simples y se resumen en una sola que es puramente académica. Sí, empezaron las clases. Hace muchos meses (casi cuatro) que no piso las aulas universitarias. Seré breve, porque tengo que ir a clases. Los días son iguales. Llegan uno tras otro, con religiosa puntualidad, sentenciados por el tiempo. Es como si Martes asistiera al funeral de Lunes. Miércoles al de Martes y así sucesivamente hasta que resucita Lunes y bla bla blá. A las cinco de la mañana la ciudad ya está moviéndose. Ya se empiezan a respirar los primeros vapores de las industrias. 

martes, 28 de febrero de 2012

¿Salud?

Suele pasar que tu insulina esté por niveles encima de lo normal, sobre todo a los dieciocho. En realidad, cuando das dieciocho vueltas al Sol esperas como regalo un auto, ganar la lotería o en el más humilde de los casos encontrar un fajo de billetes que puedas despilfarrar con tus amigos por un muy buen número de fines de semana. ESO es lo que se espera a los dieciocho, no un franco caso de insulinismo. Pero bueno, obedeciendo frases trilladas como "a caballo regalado no se le mira el diente" o "al mal tiempo, buena cara" decidí asimilar el tan común caso como cualquier cosa y decepcionada de la vida Coca Colera que llevé y que tan feliz me hizo alguna vez, hice lo que todos hacen cuando se enteran que algo no va bien.

viernes, 24 de febrero de 2012

Nena.

No sabes lo triste que me pongo cuando no estás. En las noches cierro los ojos y empiezo a extrañar tu abrazo, tus palabras. Ese beso tuyo en mi cabeza, tan discreto como todo aquí. Tu sonrisa, esa voz que me acaricia de a poquitos hasta hacerme reír. Esas preguntas tontas y todos esos cruces de palabras que nadie entendería. Extraño tu mirada perdida en el ambiente y también extraño cuando entrecierras los ojos ya rasgados. Extraño tu cabello, extraño acariciarte sin que lo notemos. Extraño ese aroma a terrible combinado con tabaco. Extraño verte ahí, sentado haciendo nada, peleando contigo mismo por no poder dar la iniciativa. 

martes, 14 de febrero de 2012

Martes de Samba Lentín.

Hoy es martes, nada de Samba Lentín ni cualquier otra mariconada. Así de simple. Martes. A secas. Martes, un día como cualquier otro día en el que la lluvia amenaza en ciudades como la mía. Martes, donde kilómetros más allá de ciudades como la mía hay camarones asfixiados por la injusticia del clima y la terquedad del Sol. Martes. Perfecto para el estreno de The Walking Dead. Perfecto para comer torta de castañas, ir a comprar el pan, escuchar música o ver películas como Criaturas del Mal o Robo de Altura y si gozas de un poquito de valentía, puedes ver alguna como Peligrosa Tentación o Contando a mis Ex. 

domingo, 12 de febrero de 2012

POR FIN ME PODRÉ BAÑAR!

Ésto va a ser rápido. Acabo de servirme un café para celebrar. La noche se ha puesto más bonita, más negra, más romanticona. Qué se yo. Es como si las amarguras hayan decidido irse para darle paso a ese ruido característico de las tuberías. Va a ser raro mencionarlo, pero mi baño está sonando. El agua está volviendo, esta llenando todos y cada uno de los rincones de mis tuberías (no me juzguen, no sé cómo se llama o si es que tiene un nombre, por lo menos). El agua está volviendo. Incrédula, emocionada por la notica abro la puerta, prendo la luz y abro el grifo. Empieza a caer un hilito de agua. Abro un poco más y el hilo se convierte en un chorro algo más decente que de rato en rato sufre un ataque. Es como si tuviera tos. Sale más agua de golpe y vuelve a su chorro normal. El acto se repite algo de tres veces y me emociono. Me siento como la madre que ve a su hijo dar los primeros pasos. Mi grifo está en rehabilitación y está adaptándose a darme agua de nuevo. Es el hijo pródigo, que vuelve a hacerme feliz. Ahí fue cuando me serví el café y mientras lo hacía sonreí con paz.

sábado, 11 de febrero de 2012

m1e2r3d4a5

Quiero decir que estoy molesta. Que hoy no ha sido un buen día y que estoy dispuesta a mandar a cualquiera a la mierda. Que son las once de la mañana y que la lluvia del día de ayer ha dejado las pistas un lugar intransitable. Que no puedo cruzar a la tienda. Que mi mamá no ha cocinado y que vamos a comer comida de afuera. Que odio la comida de afuera y que como no puedo ir a la tienda me moriré de hambre. Que ha pasado un minuto y tengo ganas de llorar y patear la PC de escritorio que está a la derecha. Que por un instante me gustaría ser una herida y que me rocíen alcohol encima. Que odio que la fila de al lado siempre se mueva más rápido. Que odio que mi horóscopo jamás acierte cuando trae buenas noticias. Que odio que sea el más acertado con las malas. Que odio tener que esperar algo de alguien. Quiero decir que las cosas hace tiempo que no marchan bien. Que he perdido mucho tiempo, que mi suerte es una mierda y que no puedo hacer mucho. Que estoy más que segura que no faltarán los que digan que "la suerte no existe" y que sólo "depende de mí". Que con la mejor cara posible les diré de antemano que cada vez que lo intento fracaso. Que no depende de mí, que no hago nada y sin embargo las dosis de excremento llueven. Que me importa un pito si es suerte o si es destino. Que sólo sé que me odia.

jueves, 9 de febrero de 2012

Pawviff, 2999

Y de pronto vi cómo todas las cosas empezaban a abandonar su naturaleza para rendirse a mí y convertirse en plastilina. Los edificios, las casas, la propia cruz. Todo dejó de ser cemento. Todo dejó de ser madera. Plastilina por doquier. Los ojos se me cerraban y el alma clamaba por ser escuchada.

martes, 31 de enero de 2012

De asesinos, enanos y babas color kriptonita.

Ayer desperté en uno de los puentes. Me puse al tanto de mi situación y era más que seguro que iba a necesitar comida. Vi en el bolso y lo único que tenía eran dos hongos blancos. Munch. Munch. Me acerqué y pude ver que tres trolls estaban dando vueltas al pie de las gradas. Todos chiquitos, deformes y feos. Así se movían. Sus pasos parecían ser de baile pero no de un baile común, no, los suyos eran de un baile mortal y horrible. Bajé y como era de esperarse me atacaron. Uno a uno los maté. Abrí sus cuerpos y los despojé de sus pertenencias. Encontré un pico, sogas, basura en general. Un par de monedas y queso. Me vinieron bien. Al momento de guardar el dinero, me percaté que tenía quinientos. No me gustaba cargar con mucho dinero. Intente ubicarme, en todas las ciudades hay un banco. Estaba algo lejos. Mucho pasto a mi alrededor. Me acordé de uno de mis últimos paseos. Recordé que casi me atacan.

lunes, 30 de enero de 2012

De maldiciones, escotes y fisioterapeutas pervertidos.


Después de haberme ausentado del blog por un aproximado de veinte días -culpemos a la SOPA y a su apocalíptico clan- y tras editar la presentación del blog -ojalá hayan notado el cambio-, quiero empezar diciendo que voy a morir joven. Ahora sí, estoy segura. Segurísima. Completamente convencida. Y esto por qué. Si mal no recuerdo hace un tiempo confesé mi terrible fuerza de gravedad con los balones y demás desgracias -pero por sobre todo, con los balones-, bueno, para los que me conocen no será noticia y para los que no, tampoco será novedad: tuve un accidente jugando básquet. La haría más simple y diría que me caí de cabeza pero no, esto es todo un acontecimiento. Es un accidente. 

miércoles, 11 de enero de 2012

De taxistas enamorados, lesbianas y colegios asaltados.

No sé qué clase de antisocial soy. Acabo de llegar del cumpleaños número veinte de una prima. Poniendo al día con la hora, seré precisa. Son las 11:20 de la noche. Ya estoy dentro de mi cama, eso supone que ya me cambié el piama, lavé los dientes, demaquillé y trasladé toda la ruma de ropa que estaba encima de ella a la silla. Estoy sobria y oliendo a hot dog.

martes, 10 de enero de 2012

La traducción de mi leyenda.

Después de tanto esfuerzo, conseguí hacerlo. Siempre tuve la intención de plasmar en papel las cosas que me suceden, las que sé y las que me invento. Recuerdo que lo empezé en mayo. Todas las noches, después de hacer las tareas del colegio me encerraba en mi cuarto y mientras escuchaba música traía al presente todas esas escenas que, aunque sabía no iba a olvidar nunca, quería verbalizar por si a la memoria se le ocurre jugarme una mala pasada.

domingo, 8 de enero de 2012

Sal con una chica que no lee.

El siguiente post, me encantó. No encuentro palabras más exactas, así que lo pego tal cual.

Por Charles Warnke

Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.

lunes, 2 de enero de 2012

El primero

Este es el que creo va a ser el primer post del a~no. Aclaro desde ya la ausencia de tildes y e~nes porque esto escriboendo desde el movil. ¡si! DESDE EL MOVIL. Y fijense como lo digo, que eso determina muchas cosas; si fuese "desde UN movil" supondria que me lo he prestado, pero no. Es mio. Me dejo emocionar por el hecho ya que enredado a esto hay dos cosas que me hacen inmensurablemente feliz. La primera, que no resulte ser tan inutil con la pantalla touch y la segunda, que por fin me deshice de mi chanchito. Digase chanchito al celular que aunque no luce cualidades dignas de ser llamadas como "tecnologia de punta", es poseedor de una capacidad de supervivencia despues de caer incontables veces al piso.