De la vida, el deseo
y en el fuero interno
El insulto, los ángeles
y en la desgracia más humilde:
el arte de agredir.
Mi poligamia de razones
y sin razón no existe
más razón por existir.
Las posesiones tristes,
son mi madre reflexiva;
son las ganas de escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario