jueves, 29 de septiembre de 2011

Setiembre 30.

Suspiro. Respiro hondo y boto el aire como si me hiciera daño. Los cambios de humor son ligeros y espontáneos. No se hacen esperar. No tardan. Van y vienen, vienen y van y no regresan sino hasta dentro de mucho. Se hacen extrañar. Me hacen sufrir. Lloro mentalmente y me duele el pecho. El corazón sangra y grita en silencio. Tragándose los quejidos, aguantándose el ardor. Amargo. Hoy fue un día amargo y por breves momentos en esta noche sonreí. Mal día. Las ideas se oponen una a una dispuestas a arruinarme el momento interminable que llamo día y que continúa asesinándome. Hiriéndome. Dándome de a puñetes en la boca del estómago, dejándome sin aire.
Me fui al diablo.

Y no volví. No volveré. No lo haré nunca, seguiré aquí hasta el fin de los tiempos en el que por fin sea libre y más que eso: me sienta libre. Imperdonable. Me quedaré ahí hasta que tome una decisión. Hoy me agitaron cual botella de gaseosa. Exploté. Exploté y todo salió al exterior. Invadiendo nuevos mundos, surcando nuevos aires. Explorando. Sufriendo. Tenía otras cosas en mente pero tu recuerdo, tu voz, tu sola imagen causan en mi perturbación tal que los problemas ya no son problemas sino pequeños fragmentos de ideas negativas componentes de un día más. De un mal día más. 

Te odio.

A ti y a todo lo que me impide ser feliz. A ti y a tu recuerdo. A ti y a lo que hiciste. Me odio porque no consigo nada. No hago nada. No pido nada. No espero nada. No pienso nada. No siento nada. No planifico nada. No recuerdo nada. Miento. Recuerdo mucho, lo recuerdo todo. Te recuerdo a ti. Y te odio. Te odio porque tú, a pesar de que lo haces, no te importa. Jamás te importó. Y qué va a importarte. Nada te importa. Ya nada me importa. Nada importa. Todo esto es lo que pasa un día como hoy. Pasó así más de una vez. Fue doloroso. Seguirá siéndolo.

4 comentarios:

[Maxwell] dijo...

Lo malo es mejor olvidar... No te amargues la vida odiando, solo mandalo a la mierda y listo!

Erika dijo...

JAJAJAJA qué concreto, directo y pragmático eres Max, gracias :)

Victor Falconí dijo...

Bueno, es difícil olvidar a alguien que nos hizo daño, pero perdonarlo te libera de ese odio. Si lo olvidas, tarde o temprano lo recordarás porque los recuerdos que van asociados de una emoción fuerte son los que quedan, pero si lo perdonas, no tendrás necesidad de olvidar, te llenas de paz y calma. Saludos.

Carlos Velasco dijo...

POR QUE POR QUE POR QUE?
La vida no es para amargarse. Disfrutala, mirala con otros ojos y veras que lo entenderas (: