lunes, 5 de septiembre de 2011

Estrafalarios.

Así solita, caminaba yo, volando en una nube tersa y perfumada. Amarilla como la de Goku no era, era medio negra. Negra, escarchada y cochambrosa. Atorada por mis pensamientos, mis recuerdos y mis anhelos más  frustrados. Viví y morí en una misma tarde, hice paseos por la noche sobre una Luna cuyo nombre hasta ahora no sé; le dije mil cosas y no me escuchó. Estaba entretenida coqueteándole al mar. Los vapores del barco expulsan agua y sal, salando, salando, salando el ambiente va. El ambiente sigue bajo mi nube, acariciando mi piel y rozando mi alma. Llorando, llorando como nunca esa noche estuve. Estuve llorando pero triste jamás viví y la muerte sorprendió mis pasos por una fracción de segundo que no he vuelto a ver. 


Vuelve, tiempo, regresa para maquillarte mejor. 

Mis huellas en la arena eran menos visibles que las que dejé en el cemento esta mañana. Los papeles que cincelé bajo la nube que me llevó hace un par de horas ahora descansan bajo el Sol, que está peleado con la Luna. Luna, sobrada Luna, no sé ni tu nombre y ya me odias, seguro eres prima de Los Números. Mañana tengo que llamarlos, pedirles un favor. Ojala se despierten temprano, mucho tiempo no tengo. Necesito coordinar bien con ellos antes de subirme de nuevo al barco que sigue llorando sal. Contaminando, contaminando, surcando por los mares lacrimógenos va. 

Estrafalarios, estrafalarios cuentos los de mi mente son.

Son, ritmo, hijo de la nada, del de arriba y musicalmente, de mi mano, no. Algo han de conocer aquellos viejos mentales, cansados de los días que sus nubes negras atormentan. Atormentan cual tormenta. Sacan entonces, un paraguas gigante, tan grande como la Luna maldita que nada sabe pero todo lo ve. Caen cual meteoritos las tristezas, golpeándose el trasero pero cayendo en pie. Como gatos. Como gatos. Se me quitó el hambre, la vida araña y no me deja comer. Sigo corriendo a bordo. Abordo bajo la sal. Voy, vuelvo. Vuelvo y voy.

6 comentarios:

Victor Falconí dijo...

Estuvo interesante, aunque no le encontré mucho sentido... En fin, me entretuvo mientras lo leí. Saludos.

Erika dijo...

Hay veces en las que "tener sentido" no significa más que poder ver, escuchar, degustar, respirar o tocar.

[Maxwell] dijo...

q buen sentido connotativo! buenas palabras

Erika dijo...

Gracias :)

Carlos Velasco dijo...

Morir no significa dejar de existir (:

Erika dijo...

Comprobado!